jueves, 22 de enero de 2015

Biografía


Soy hija única! Mis papas pasaron 12 años sin lograr que mi mamá quedará embarazará y los últimos 3 años fueron de tratamientos semanales y a través de fertilización in vitro el ginecólogo logro fecundar el ovulo de mi mamá y el resultado soy yo. Nací un 15 de septiembre de 1992 a las 00:14 horas en la Ciudad de Guatemala rodeada de amor, entusiasmo, espera y bendiciones. Crecí al lado de mis primas, dos primas mayores que yo a quienes mi mamá cuidaba. A los tres años empecé a estudiar, desde ese momento mi independencia empezó a dar frutos ya que dentro del colegio era una persona desenvuelta, independiente y sobretodo me caracterizaba por no llorar ni el primer día de colegio. Recuerdo muy bien la compañía y apoyo de mi mamá durante mi infancia desde el gran esfuerzo que hacía por salir corriendo del trabajo para llegar a traerme al colegio hasta de los libritos y jueguitos que se ingeniaba con tal de que estudiar, aprender y hacer tareas no fuera algo tedioso. La imagen de mi papá la veo marcada desde el punto de que no hay persona en el mundo que me consintiera y me consienta de la manera en que la hace mi papá. A mis 6 años falleció mi abuelita materna en un accidente y a mis 9 años mi abuelita paterna también paso a una vida mejor, estos dos sucesos afectaron a mi familia y a mi vida ya que en este último suceso tuvimos que mudarnos a vivir con mi abuelito paterno para que no se quedará viviendo solo. Los cambios la mayoría de veces son para bien y esa no fue la excepción ya que logramos acoplarnos bien a la nueva casa y seguí siendo la niña feliz, dedicada, responsable y obediente. Gracias a las buenas enseñanzas de mi mamá lograba ser de los primeros lugares de la clase y muchas veces abanderada en los actos cívicos.  A los 14 años mis papas decidieron cambiarme de colegio, yo me rehusaba a esa idea pero no pude hacer más que obedecer a las decisiones de mis papas a pesar de que fue un cambio que yo no quería, llevaba toda mi vida estudiantil en el mismo colegio y no entendía por qué debía de cambiarme, no fue fácil ya que era un ambiente extraño, gente completamente desconocida pero con el paso de los días fui haciendo amistades y acoplándome al cambio. Como en todos los colegios existían grupos y divisiones entre todos y a pesar de que desde cierto punto recibía algún tipo de rechazo por ser nueva logré mantenerme firme en mis opiniones, no dejarme mal influenciar y dedicarme a estudiar. No me costó tanto trabajo adaptarme a las nuevas modalidades de estudio para llegar a estar en cuadros honoríficos y menciones durante la entrega de notas. Siempre fui una persona que apoyaba y ayudaba a los demás, responsable con todas las asignaturas, amigable y sobretodo feliz rodeada de gente muy especial. Me gradué de bachiller en ciencias y letras del Colegio Capouilliez, decidí seguir Ingeniería en Alimentos en la Universidad del Valle de Guatemala, en lo personal la universidad me encanta, los ambientes, las clases, las personas con las que tuve la oportunidad de convivir pero con el transcurso de las asignaturas me fui dando cuenta que no era lo mío. Paralelo a eso, tenía una gran presión y preocupación de que a mi mamá le diagnosticaron cáncer en el pecho izquierdo, tuvo que someterse a una operación para que le quitaran el pecho y al mes empezó con las quimioterapias. La primera quimioterapia fue tan fuerte que su organismo no la aguanto y estuvo 7 días en el intensivo en estado grave al punto de no reconocer a nadie. Logró salir adelante y le bajaron la dosis dentro de las quimioterapias por lo que ya no iban a ser 7 sino que 12 quimioterapias cada tres semanas.
A pesar de toda la presión, estar pendiente de mi mamá, al salir de la universidad pasar a recogerla a la oncología del IGGS, en donde le ponían las quimioterapias, atenderla a ella y a mi papá, seguí rindiendo en la universidad, no tanto como lo esperaba pero al final lograba lo que me proponía. A fin de cuentas mi mamá supero el cáncer, es una sobreviviente más y un ejemplo de lucha y perseverancia mientras que yo seguía en la universidad dando patadas de ahogado intentando encontrarle la gracia a todas las clases. Al terminar el tercer año mi mamá decidió llevarme a una psicóloga para ver realmente que pasaba y por qué no estaba nada motivada en la universidad y recibí cierta ayuda vocacional en donde me di cuenta de que lo mío es la psicología. Aceptaron que me pasará a la Universidad Rafael Landívar a estudiar psicología industrial con la condición que tenía que trabajar para pagarme la universidad entonces empecé a trabajar en el call center del Banco Industrial, en un área en donde vendían cuentas monetarias a guatemaltecos que viven en Estados Unidos, cosa que no era nada fácil trabajar bajo presión y mucho menos cumplir las altas metas que teníamos, a pesar de eso logré llegar a ser de los primeros lugares en ventas, en el mes de diciembre teníamos cierta meta de venta de cuentas y de electrodomésticos y fui la única vendedora que logró alcanzar ambas metas. Me caracterice por perseverar y ser exigente conmigo misma para lograr todo lo que me proponía.
Luego pues me salio una oferta mejor de trabajo y renuncié dejando una muy buena imagen en las personas que me conocieron en el banco y con mis jefes. Actualmente estudio psicología industrial, soy asistente de despacho superior en CONRED y trabajo de 8 a 4 de la tarde. Vivo realizada con lo que hago, me encantan las clases y cursos que he llevado y estoy llevando de psicología, estoy completamente convencida de que la carrera me apasiona. Soy exigente, firme en mis convicciones, puntual, responsable y cuando se debe de ser enojada también tengo carácter fuerte. Logro desenvolverme con las personas no desde el primer momento en que las conozco sino que con el tiempo me convierto en más sociable, me desespera la gente lenta sin ilusión por salir adelante y que todo lo dejan para mañana.
Vivo felizmente enamorada de la vida y de mi novio, llena de amor y bonitos detalles al igual que tropezones y peleas que nos hacen ser mejores cada día, trato de ver el lado positivo de todo lo que nos pasa ya que la vida la veo como una oportunidad para superarse y sobresalir. Me cuesta mucho hacerme a la idea de que en la sociedad todavía existen hombres acomodados, hombres que se atreven a tratar mal a una mujer o con el simple hecho de hablarles mal, he tenido que lidiar con este tipo de hombres y sobretodo aprender a manejar el enojo que me ocasionan en el trabajo sin embargo he tenido la valentía de enfrentarlos para solicitar respeto. No logro adaptarme a la idea de tener que servir a alguien y atenderlo de mil maneras porque es el “jefe” pero me encuentro trabajando en eso no para entender que tengo que servirlo sino que para actuar con respeto, educación y diplomacia en los momentos en que no estoy de acuerdo. En fin, no me arrepiento de mi día a día y trato de vivir lo más tranquila posible, luchar por alcanzar mis metas y mi sueño más grande, devolverle a mi mamá un poco de lo mucho que me ha dado!  

2 comentarios:

  1. Buenas tardes Mercedes: En principio quiero felicitarte por tu excelente redacción, ya que tienes elocuencia y tu texto es fluido. Además quiero felicitarte por haber desarrollado un espíritu de lucha y sobre todo el amar y respetar a tus padres como lo haces. En relación al machismo, este es un mal endémico que afecta a nuestros países latinoamericanos, pero considero que nosotras las mujeres lo promovemos. Estoy convencida que desde tu generación deben hacerse los cambios. Y estos cambios deben hacerse con promoción de libertad y capacitación a otras mujeres para que no repitan este mal.
    Sigue adelante y te felicito por no dejarte vencer por la adversidad.
    Lcda. Ileana Ruiz

    ResponderBorrar
  2. Mercedes, veo que no realizaste la tarea de esta semana, por favor realizarla.
    Saludos,
    Lcda. Ileana Ruiz

    ResponderBorrar