Soy
hija única! Mis papas pasaron 12 años sin lograr que mi mamá
quedará embarazará y los últimos 3 años fueron de tratamientos
semanales y a través de fertilización in vitro el ginecólogo logro
fecundar el ovulo de mi mamá y el resultado soy yo. Nací un 15 de
septiembre de 1992 a las 00:14 horas en la Ciudad de Guatemala
rodeada de amor, entusiasmo, espera y bendiciones. Crecí al lado de
mis primas, dos primas mayores que yo a quienes mi mamá cuidaba. A
los tres años empecé a estudiar, desde ese momento mi independencia
empezó a dar frutos ya que dentro del colegio era una persona
desenvuelta, independiente y sobretodo me caracterizaba por no llorar
ni el primer día de colegio. Recuerdo muy bien la compañía y apoyo
de mi mamá durante mi infancia desde el gran esfuerzo que hacía por
salir corriendo del trabajo para llegar a traerme al colegio hasta de
los libritos y jueguitos que se ingeniaba con tal de que estudiar,
aprender y hacer tareas no fuera algo tedioso. La imagen de mi papá
la veo marcada desde el punto de que no hay persona en el mundo que
me consintiera y me consienta de la manera en que la hace mi papá. A
mis 6 años falleció mi abuelita materna en un accidente y a mis 9
años mi abuelita paterna también paso a una vida mejor, estos dos
sucesos afectaron a mi familia y a mi vida ya que en este último
suceso tuvimos que mudarnos a vivir con mi abuelito paterno para que
no se quedará viviendo solo. Los cambios la mayoría de veces son
para bien y esa no fue la excepción ya que logramos acoplarnos bien
a la nueva casa y seguí siendo la niña feliz, dedicada, responsable
y obediente. Gracias a las buenas enseñanzas de mi mamá lograba ser
de los primeros lugares de la clase y muchas veces abanderada en los
actos cívicos. A los 14 años mis papas decidieron cambiarme de
colegio, yo me rehusaba a esa idea pero no pude hacer más que
obedecer a las decisiones de mis papas a pesar de que fue un cambio
que yo no quería, llevaba toda mi vida estudiantil en el mismo
colegio y no entendía por qué debía de cambiarme, no fue fácil ya
que era un ambiente extraño, gente completamente desconocida pero
con el paso de los días fui haciendo amistades y acoplándome al
cambio. Como en todos los colegios existían grupos y divisiones
entre todos y a pesar de que desde cierto punto recibía algún tipo
de rechazo por ser nueva logré mantenerme firme en mis opiniones, no
dejarme mal influenciar y dedicarme a estudiar. No me costó tanto
trabajo adaptarme a las nuevas modalidades de estudio para llegar a
estar en cuadros honoríficos y menciones durante la entrega de
notas. Siempre fui una persona que apoyaba y ayudaba a los demás,
responsable con todas las asignaturas, amigable y sobretodo feliz
rodeada de gente muy especial. Me gradué de bachiller en ciencias y
letras del Colegio Capouilliez, decidí seguir Ingeniería en
Alimentos en la Universidad del Valle de Guatemala, en lo personal la
universidad me encanta, los ambientes, las clases, las personas con
las que tuve la oportunidad de convivir pero con el transcurso de las
asignaturas me fui dando cuenta que no era lo mío. Paralelo a eso, tenía una gran
presión y preocupación de que a mi mamá le diagnosticaron cáncer
en el pecho izquierdo, tuvo que someterse a una operación para que
le quitaran el pecho y al mes empezó con las quimioterapias. La
primera quimioterapia fue tan fuerte que su organismo no la aguanto y
estuvo 7 días en el intensivo en estado grave al punto de no
reconocer a nadie. Logró salir adelante y le bajaron la dosis dentro
de las quimioterapias por lo que ya no iban a ser 7 sino que 12
quimioterapias cada tres semanas.
A pesar de toda la presión, estar
pendiente de mi mamá, al salir de la universidad pasar a recogerla a
la oncología del IGGS, en donde le ponían las quimioterapias,
atenderla a ella y a mi papá, seguí rindiendo en la universidad, no
tanto como lo esperaba pero al final lograba lo que me proponía. A
fin de cuentas mi mamá supero el cáncer, es una sobreviviente más
y un ejemplo de lucha y perseverancia mientras que yo seguía en la
universidad dando patadas de ahogado intentando encontrarle la gracia
a todas las clases. Al terminar el tercer año mi mamá decidió
llevarme a una psicóloga para ver realmente que pasaba y por qué no
estaba nada motivada en la universidad y recibí cierta ayuda
vocacional en donde me di cuenta de que lo mío es la psicología.
Aceptaron que me pasará a la Universidad Rafael Landívar a estudiar
psicología industrial con la condición que tenía que trabajar para
pagarme la universidad entonces empecé a trabajar en el call center
del Banco Industrial, en un área en donde vendían cuentas
monetarias a guatemaltecos que viven en Estados Unidos, cosa que no
era nada fácil trabajar bajo presión y mucho menos cumplir las
altas metas que teníamos, a pesar de eso logré llegar a ser de los
primeros lugares en ventas, en el mes de diciembre teníamos cierta
meta de venta de cuentas y de electrodomésticos y fui la única
vendedora que logró alcanzar ambas metas. Me caracterice por
perseverar y ser exigente conmigo misma para lograr todo lo que me
proponía.
Luego pues me salio una oferta mejor de trabajo y
renuncié dejando una muy buena imagen en las personas que me
conocieron en el banco y con mis jefes. Actualmente estudio
psicología industrial, soy asistente de despacho superior en CONRED
y trabajo de 8 a 4 de la tarde. Vivo realizada con lo que hago, me
encantan las clases y cursos que he llevado y estoy llevando de
psicología, estoy completamente convencida de que la carrera me
apasiona. Soy exigente, firme en mis convicciones, puntual,
responsable y cuando se debe de ser enojada también tengo carácter
fuerte. Logro desenvolverme con las personas no desde el primer
momento en que las conozco sino que con el tiempo me convierto en más
sociable, me desespera la gente lenta sin ilusión por salir adelante y que todo lo dejan para mañana.
Vivo felizmente enamorada de la vida y de mi novio, llena
de amor y bonitos detalles al igual que tropezones y peleas que nos
hacen ser mejores cada día, trato de ver el lado positivo de todo lo
que nos pasa ya que la vida la veo como una oportunidad para
superarse y sobresalir. Me cuesta mucho hacerme a la idea de que en
la sociedad todavía existen hombres acomodados, hombres que se
atreven a tratar mal a una mujer o con el simple hecho de hablarles
mal, he tenido que lidiar con este tipo de hombres y sobretodo
aprender a manejar el enojo que me ocasionan en el trabajo sin
embargo he tenido la valentía de enfrentarlos para solicitar
respeto. No logro adaptarme a la idea de tener que servir a alguien y
atenderlo de mil maneras porque es el “jefe” pero me encuentro
trabajando en eso no para entender que tengo que servirlo sino que
para actuar con respeto, educación y diplomacia en los momentos en que no estoy
de acuerdo. En fin, no me arrepiento de mi día a día y trato de
vivir lo más tranquila posible, luchar por alcanzar mis metas y mi sueño más grande, devolverle a mi mamá un poco
de lo mucho que me ha dado!
Buenas tardes Mercedes: En principio quiero felicitarte por tu excelente redacción, ya que tienes elocuencia y tu texto es fluido. Además quiero felicitarte por haber desarrollado un espíritu de lucha y sobre todo el amar y respetar a tus padres como lo haces. En relación al machismo, este es un mal endémico que afecta a nuestros países latinoamericanos, pero considero que nosotras las mujeres lo promovemos. Estoy convencida que desde tu generación deben hacerse los cambios. Y estos cambios deben hacerse con promoción de libertad y capacitación a otras mujeres para que no repitan este mal.
ResponderBorrarSigue adelante y te felicito por no dejarte vencer por la adversidad.
Lcda. Ileana Ruiz
Mercedes, veo que no realizaste la tarea de esta semana, por favor realizarla.
ResponderBorrarSaludos,
Lcda. Ileana Ruiz