Durante la Semana
Santa en Guatemala, se relizan procesiones que conmemoran la pasión,
muerte y resurección de Jesucristo. Como es habitual, éstas
consisten en procesiones multitudinarias en las que yace una imagen
de Jesucristo, llevando en sus hombros la redención espiritual del
mundo sobre un anda (mueble de madera en forma de mesa larga y sin
patas) y que es llevada por los devotos cargadores, más comúnmente
llamados “cucuruchos”.
En cada anda
procesional se expone un mensaje catequético, elaborado de tal
manera que sea comprensible para todos. El tema es de lo más
variado, puede ser relacionado a un pasaje bíblico o cualquier otro.
Trambién se representan temas eclesiásticos, además de los temas
doctrinales. Para elaborar el adorno del anda, los directivos de una
asociación, hermandad o cofradía se reúnen y deciden cuál será
el tema a desarrollar. Una vez tomada la decisión, las personas
encargadas de confeccionar el adorno toman la responsabilidad de
terminarlo en el plazo acordado.
Generalmente los
últimos detalles se colocan unos minutos antes de la salida del
cortejo procesional, lo que mantiene a todas las personas
involucradas en una gran tensión de trabajo. En las hermandades y
asociaciones más grandes se acostumbra guardar un secreto riguroso
sobre el tema a desarrollar con el adorno, para evitar que cualquier
otra tome elementos o se repitan durante la misma época.
Las andas
procesionales más grandes llegan a tener más de 150 cargadores,
esto ocurre solamente en la ciudad capital, ya que en el interior del
país, en el especial Antigua Guatemala y Quetzaltenango, sólo
llegan a tener entre 70 y 90 cargadores. Generalmente no llegan a ser
más grandes, dado el tamaño de las calles y avenidas ya que los
cortejos fúnebres, dependiendo de su tamaño, pueden tardar hasta
veinte minutos en cruzar de una calle a una avenida, con un trayecto
total de hasta 7 horas o más, en los principales puntos de la
ciudad.
Quetzaltenango es la
única ciudad de este país y del mundo, en la que se realizan
romerias todos los viernes de cuaresma en las diferentes iglesias que
realizan procesiones durante la Semana Santa (un viernes le toca a
cada iglesia).
En Antigua
Guatemala, las procesiones tienen identidad o escuela propia, que se
nota en la forma de cargar las andas, la indumentaria de los
cucuruchos y otros aspectos. A diferencia de la capital, el anda no
deja de moverse, ni con el cambio de turno de los cargadores; los
cucuruchos no utilizan horquilla para apoyarse y el diseño de la
túnica no tiene paletina.
Es costumbre, entre
los fieles cargadores el arrodillarse y persinarse antes de que la
imagen de su devoción llegue al lugar en donde les corresponde su
turno.
En Guatemala, todas
las procesiones van acompañadas de las marchas fúnebres, un género
musical exclusivo de este país y es el segundo tipo de música más
famosa de Guatemala después de la marimba. La mayoría de marchas
fúnebres han sido compuestas por guatemaltecos.
Dentro del arte
popular son cuatro las principales materias primas de origen natural:
follajes, frutos, flores y residuos de madera o aserrín. Los
aserrines, inundan con matinces de mil colores las alfombras, los
huertos y los pasos. Cuando se humedecen, exudan el aroma propio de
las maderas de que proceden que usualmente son de pino. Las largas y
extraordinarias alfombras propias de la cultura guatemalteca forman
parte del llamado arte popular efímero y están enraizadas en la
memoria colectiva del guatemalteco desde hace mucho tiempo.
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