jueves, 5 de marzo de 2015

ALELO 334


Según un estudio realizado en Estocolmo hace un tiempo atrás, sugiere que la infidelidad de los hombres es genética y el culpable es el gen alelo 334, implicado en la determinación del comportamiento social de muchos animales, incluyendo al hombre, y que gestiona una hormona que se reproduce naturalmente. El análisis se llevó a cabo durante cinco años y se observaron casos de más de 1000 parejas heterosexuales. 

Las mismas, mediante una serie de intervenciones y análisis psicológicos, denotaban los estados de ánimo de los participantes, evidenciando variables como si se sentían felices, reían o besaban a menudo, cómo era su convivencia y otros aspectos sobre el futuro de su relación. 

Es la primera vez que se asocia la variante de un gen específico con la manera en que los hombres se compromenten con sus parejas. El alelo 334 es el receptor de la arginina vasopresina, hormona básica presente en el cerebro de la mayoría de los mamíferos.
Dentro de los resultados de la investigación, notaron que los hombres con el alelo 334 afirmaron tener lazos más débiles con sus esposas. Si un himbre tiene el alelo 334, no significa necesariamente que esté menos capacitado para el amor, sino que se trata más bien de una limitación en la capacidad social de este. 

La investigación sobre la promiscuidad masculina comenzó con un estudio sobre el comportamiento de los ratones de campo machos, que son monógamos según sea la recepción de la vasopresina en su cerebro.

El receptor de esta hormona está conectado con el sistema de recompensas del cerebro, de modo que se muestran un estado positivo cada vez que tratan con una ratón hembra de campo y se aparean.

La influencia de los niveles de la hormona vasopresina y las relaciones sociales es modesta e insuficiente para predecir de forma exacta el comportamiento futuro de un hombre en una relación de pareja, ya que ahí intervienen otros factores.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario